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Un haikú es un tipo de poema que se caracteriza por su brevedad. Técnicamente, se trata de un poema de métrica oriental, que proviene de Japón, y que consta de tres versos y diecisiete sílabas en total, que pueden contarse por separado o uniendo vocales de final de palabra con las que inician la palabra siguiente. El haikú proviene del tanka, también un tipo de poesía oriental, algo más largo, de treinta y una sílabas y cinco versos. En su origen el tanka era una poesía colectiva en la que un poeta comenzaba con un verso, dos o tres, y otro lo terminaba con los dos últimos; parece que estos tres primeros versos serían el origen del haikú.

Sencillo, austero, natural y conciso, el haikú describe aquello que el poeta observa en relación a la naturaleza, a la gente, al devenir de los ciclos vitales o en relación a sus propias reflexiones sobre la vida. Aunque la naturaleza está muy presente en sí misma, creo que muchas veces es como el escenario a partir del cual el poeta muestra los conflictos y las vicisitudes por los que atraviesa el ser humano, sus interrogantes y también su fuerza vital.

El haikú presenta lo que está pasando aquí y ahora, en un momento ―o en un instante―, combinado con aquello que permanece. En el haikú el lector se coloca junto a la mirada del poeta para captar lo que ven sus ojos y así compartir su asombro, su reflexión y, en definitiva, su emoción. Nostalgia, melancolía, tristeza, pérdida; o alegría, felicidad, esperanza, plenitud… Todas las emociones tienen cabida en un haikú. Es, en definitiva, un retazo de vida, acompañado de la consciencia de la propia existencia y de la captación de lo que ocurre alrededor.

Con el título L’instant obert[1] Jordi Sala, psicoanalista de la Sociedad Española de Psicoanálisis, ha publicado recientemente un bellísimo libro de poemas en lengua catalana, en forma de haikús y tankas.

Según D. Sam Abrams, autor del prólogo, el propio título, El instante abierto, remite a la relación intelectual, humana, cultural y artística entre oriente y occidente: “El ‘instante’ hace referencia a la experiencia inmediata de la realidad que, a través de la palabra poética, queda ‘abierto’ o revelado o desvelado o expuesto. Por otro lado, el adjetivo ‘abierto’ también se refiere al mecanismo poético específico del haikú y la tanka en su elevación reflexiva al final del poema, que queda abierto a la luz de la razón y de la inteligencia”.

Así, dejando también “abierto” el significado que puedan tener estos versos para cada uno de los lectores, a continuación les propongo unos haikús extraídos del conjunto de poemas que componen el nuevo libro de Jordi Sala, y que han sido traducidos al castellano respetando las diecisiete sílabas que les son propias:

 

Convé a la pedra Conviene a la piedra
de ser compacta. A l’home ser compacta. Al hombre
pensar el seu viure. pensar su vida.
Fàbrica en runes: Fábrica en ruinas:
tossuda, a les esquerdes, terca, por las grietas,
l’herba rebrota. la hierba rebrota.
Les hores, lentes.  Las horas, lentas.
lenta la cura incerta. lenta la cura incierta.
Merèixer viure. Merecer vivir.
El gebre, a l’alba, La escarcha, al alba,
tan palpable presència tan palpable presencia
feta a les fosques hecha a oscuras
No demanar-te No pedirte
res més. Si preguntàvem nada más. Si preguntamos
tu callaries. tú callarías.

 

Isabel Laudo
Psicóloga especialista en clínica.
Psicoanalista SEP – IPA.
islaudo@gmail.com


[1] Sala i Morell, J. (2015), L’instant obert, Emboscall, Barcelona.