La Sociedad de la desmesura.
Acerca del buen vivir en un mundo acelerado.
Rubén D. Gualtero Pérez.
Gedisa ed., 2022
Rubén D. Gualtero, autor de El Chico del Partenón (ediciones Carena, 2015) y coautor, junto con Asunción Soriano, de Adolescentes cautivos (Gedisa, 2013), nos ofrece ahora un breve relato sobre sus andaduras intelectuales que a lo largo del tiempo le han llevado a reflexionar sobre temas troncales de la existencia humana.
La lectura de esta obra nos introduce en un recorrido vital que se caracteriza por la búsqueda de sentido. Un sentido que se va a ir generando mediante la inquietud intelectual conectada con la experiencia emocional del autor.
Así pues, en este camino, que es como un paseo a través del tiempo, nos vamos a encontrar con múltiples citas eruditas de reconocidos pensadores-filósofos, desde Confucio (China, s. VI a. C.) que “detestaba la terquedad”, Lao-Tse (China, s. VI a.C.) y la armonía con el universo, Chuang Tzu o Zhuangzi (China, s. IV a.C.), pasando por la Grecia antigua con Tales de Mileto (Grecia, s.VII a. C.) y el famoso “conócete a ti mismo” o Antístenes (Grecia, s. V a.C.) con sus “diálogos consigo mismo”; poetas greco-romanos como Horacio (Roma, s. I a.C.) y pensadores y filósofos contemporáneos como Voltaire, Schopenhauer, Gandhi, Foucault, y muchos más. Pero no se trata de una obra filosófica, nada más lejos de la intención del autor. Las citas están al servicio de las tesis vitalistas de Gualtero y de los valores universales que defiende y también, por qué no decirlo, enfatiza virtudes como la prudencia, la humildad o la templanza entre otros, valores que no están en boga en lo que él llama “la sociedad de la desmesura”.
Es un libro de ciento treinta y ocho páginas estructurado en cinco apartados: Lo escaso basta, Flexibilidad, Apertura y tolerancia, Quam minimum credula postero, Nos necesitamos los unos a los otros y Seres por un día. En cada uno de ellos se van entrelazando las ideas con experiencias personales del autor hasta constituir una obra armónica y bellamente elaborada, capaz de transmitir sosiego, aceptación y amor por la vida.
Destacaría algunos contenidos del conjunto como la importancia de “ocuparse de uno mismo” que quedó en el olvido y a la sombra del “conócete a ti mismo”, según cita de Foucault cuando reflexiona sobre este principio al que la Grecia antigua daba tanto valor. Y siguiendo en la línea de lo que los seres humanos necesitamos desarrollar para construir “una vida plena y digna de ser vivida” pone en relieve valores fundamentales como la apertura y tolerancia hacia la diferencia, la confraternidad, la amistad y el amor como fuente de goce existencial. El canto a la capacidad de vivir el presente Gualtero lo desarrolla a través del famoso poema de Horacio “Carpe diem”. Pronto nos devuelve a la realidad de la fugacidad de la existencia y cerramos la lectura con la cita del inicio “No es el tiempo en sí lo que tiene valor, sino la vida” de Jon Kalman Stefánsson en La tristeza de los ángeles.
Rubén D. Gualtero se reencuentra a sí mismo, a través de este escrito, y comparte con los lectores sus profundas reflexiones sobre el sentido de la vida y la búsqueda de la felicidad. Y consigue irradiar serenidad, esperanza y alegría de vivir, que es lo que caracteriza el espíritu de este apreciado autor.
Pilar Tardio Abizanda
Psicoanalista de la Sociedad Española de Psicoanálisis y de la IPA
Psiquiatra de adultos e infanto-juvenil.